sábado, 21 de abril de 2007

MI DANZA.

Al ir atravesando la magia de los vientos

a mi sublimidad se adherían

partículas del hechizo más viajero del cosmos

al llegar. me obsequiaron el tambor...

y con él esa magia se une

y se materializa a través de mi densidad

El duende ahora vive dentro de mi templo

llevándome a lugares de aquellas realidades

a los que mi humanidad nunca llegará

Ellos han sido siempre aliados y rivales;

mi carne corre...

mi duende lo alienta...

mi carne nunca llega...

Mi duende sufre...

Cuando a veces por decepción o por descanso, cuando él se marcha,

llevándose la magia,

mi carne empieza a deambular

como un cuerpo sin vida

y lo llama, lo llama

abre la ventaba azul y lo llama...

El Duende siempre regresa

porque desde ese viaje donde se encuentran

él se vio en mi carne

al ir yo volando sin alas

sin saber que me faltaban,

fluyendo solo con la luz de las ESTRELLAS...
_
KARINA BUGARINI